"El señor Barragán era un hombre serio y de pocas palabras. Igual que su esposa, Ana Barragán y que sus dos hijos, Alan y Clara.
Era una familia muy particular porque esas palabras, además de pocas, la única vocal que podían tener era la a. Y ésta era una ley propia de esa familia y como tal era respetada por todos, especialmente por el señor Barragán.
Vivían en el campo en la provincia de La Pampa. Llevaban una vida tranquila y solitaria. No tenían amigos ni parientes cercanos y para Barragán estaba bien así."
Para seguir leyendo: Libro de Graciela Lago "Historia con alpargatas, pavadas y carcajadas".
Datos de la autora: nació en Buenos Aires en 1957. Escribe cuentos para chicos y
poesías para adultos.
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